La pandemia ocasionada por el COVID-19 lleva haciendo casi imposible solicitar una cita previa en las oficinas de empleo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Con el paso del tiempo la situación no parece mejorar.
Grandes núcleos de población como Madrid o Barcelona no dan citas presenciales, haciendo que los ciudadanos en situación de desempleo, empresas y autónomos deban realizar sus gestiones a través de la Sede Electrónica. En las oficinas no dan cita para solicitar prestaciones o subsidios por desempleo hasta dentro de seis meses. Los retrasos en las tramitaciones de los ERTE y en los pagos empiezan a ser un problema preocupante.
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La situación de restricciones, por ejemplo en la movilidad o en la hostelería, y el aumento del número de desempleados; provocan un atraso monumental en las oficinas de empleo que se remonta a octubre del pasado 2020.
Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) informan que los funcionarios del SEPE tienen una sobrecarga de trabajo de hasta el 300%. Como consecuencia, no pueden atender todas las solicitudes, advirtiendo de que el colapso “va a ir a más”.
La falta de medios sigue siendo la causa principal del colapso y ni la contratación de 1.500 nuevos interinos, ni las horas extras que están realizando los trabajadores parecen ser suficientes para atajar el problema. En contraparte, desde el Ministerio de Trabajo se niega tal colapso y aseguran que todos los trámites “se están gestionando con normalidad” y que “de hecho, el proceso administrativo se ha mecanizado y es menos complejo que el año pasado”.
Desde el sindicato critican que en realidad esta incorporación de efectivos es deficiente, dado que los interinos llegan sin preparación para el desempeño de su trabajo y tardan mucho tiempo en adaptarse, pues realizan tareas muy técnicas. Además señalan que por jubilaciones y «con la media de edad tan alta de la Administración, también ha habido pérdida de plantilla». A esto se le suma la antigüedad de los sistemas tecnológicos, y aunque se han hecho mejoras notables en el servicio telemático o en el sistema informático. Los funcionarios del SEPE continúan desempeñando sus tareas con un programa de nóminas que está totalmente desfasado ya que tiene más de treinta años.
Poca esperanza hay para que se retome la normalidad en las oficinas del SEPE mientras dure esta situación de pandemia y continúen las discrepancias de opinión entre los Funcionarios y el Gobierno. Siendo el ciudadano el mayor afectado ante la inacción para poder gestionar sus trámites.